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Las evidencias sobre la relación entre los virus del papiloma humano o HPV y el desarrollo de carcinomas de cuello uterino se han consolidado claramente en los últimos años. Así, el HPV se considera en la actualidad una causa necesaria para el desarrollo de cáncer de cuello. Además, esta implicado en el desarrollo de lesiones en otras zonas del área ano-genital y en otros órganos. Más recientemente se ha puesto de manifiesto su implicación en algunos carcinomas extragenitales como los carcinomas de amígdala.
El método utilizado actualmente en la detección precoz del cáncer de cuello es la citología cérvico-vaginal (Papanicolau), que junto con la Colposcopía han demostrado ampliamente su utilidad en la reducción de la incidencia y la mortalidad del carcinoma invasor de cuello uterino. Sin embargo, a pesar de su amplia aceptación como método de screening para la detección precoz de lesiones cervicales, numerosos estudios han demostrado algunas limitaciones de este método. En primer lugar, la citología tiene una sensibilidad relativamente baja y no parece ser capaz de detectar algunas lesiones. Por otro lado, muchas de las lesiones detectadas no progresan a carcinomas invasores o incluso regresan espontáneamente. Otro problema de la citología es la subjetividad del estudio y por lo tanto, su importante variabilidad inter-observador, que son la causa de que un gran número de imágenes colposcópicas no concluyentes y lesiones detectadas en el PAP sean innecesariamente biopsiadas, aumentando el sobrediagnóstico y sobretratamiento de lesiones transitorias mínimas que simulan CIN (cervical intraepithelial neoplasia).
Los estudios realizados demuestran que la colposcopía no es lo suficientemente específica para distinguir las lesiones intraepiteliales de los cambios metaplásicos y/o acantónicos, solamente un 20 % de las zonas de transformación anómala evaluadas en la rutina colposcópica corresponden histológicamente a lesión intraepitelial. El aumento de densidad celular, expresada como epitelio blanco al ácido acético, puede presentarse en una gran variedad de condiciones epiteliales que van desde las lesiones intraepiteliales (SIL), hasta los epitelios benignos escamosos acantónicos no glucogénicos, la metaplasia inmadura y las anomalías inducidas por procesos inflamatorios.
Todo ello ha determinado el interés en los nuevos medios de detección de la infección por HPV con dos objetivos básicos: en primer lugar aumentar la sensibilidad y especificidad en el diagnóstico de las lesiones premalignas y malignas del cérvix uterino y, en segundo lugar determinar la capacidad evolutiva de las lesiones intraepiteliales, discriminando las lesiones con capacidad de progresión de las lesiones no evolutivas.
