Detección – Captura Híbrida

La detección de la infección por HPV puede realizarse mediante distintos métodos. Podemos clasificar básicamente estos métodos en dos grupos:

Diagnóstico morfológico (Papanicolau – Biopsias)
Detección de secuencias genómicas del HPV (técnicas de biología molecular)

1) Diagnóstico morfológico:

Consiste en la  identificación morfológica de las alteraciones producidas por dichos virus en las células escamosas, las cuales pueden observarse tanto en el examen citológico (Papanicolau) como en el estudio histológico (Biopsias). Clásicamente se ha considerado la coilocitosis o atipia coilocítica como el signo morfológico característico de la infección por HPV. Los cambios coilocíticos pueden detectarse en las lesiones premalignas del cuello uterino pero son mucho más frecuentes en las lesiones de bajo grado que en las de alto grado. Sin embargo, aunque la presencia inequívoca de coilocitos indica infección vírica productiva con una gran especificidad, es un método muy poco sensible puesto que la mayoría de las lesiones escamosas de alto grado y los carcinomas  invasores no contienen habitualmente coilocitos, mientras que técnicas mas sofisticadas de biología molecular demuestran la infección en prácticamente el 100% de los casos.

2) Detección de secuencias genómicas del HPV (técnicas de biología molecular).

Estas técnicas se basan en la detección específica de secuencias de DNA del HPV en el material procedente del área a estudiar. Básicamente, todas ellas consisten en enfrentar el DNA de la muestra con una sonda cuya secuencia es complementaria de la secuencia de DNA que intentamos detectar.

Las técnicas de biología molecular más empleadas en el estudio del HPV son:

Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y Captura  Híbrida.

2.1) Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)

Su fundamento consiste en aplicar un proceso que multiplica el número de copias de un segmento de DNA viral, si está presente en la muestra. Este proceso, que se conoce como amplificación, hace que sea una técnica muy sensible capaz de detectar la presencia de muy pocas copias de DNA del virus, aunque estén presentes en una sola célula entre varios miles.

Sin embargo, esta gran sensibilidad que es su gran virtud es también su principal debilidad, puesto que detectan un número elevado de pacientes con infecciones no progresivas y mujeres con infección latente sin alteraciones citológicas, cuya evolución desconocemos, pero que probablemente se resuelvan en gran parte de forma espontánea. Las técnicas basadas en la PCR tampoco permiten cuantificar adecuadamente el DNA viral presente en la muestra. Por otro lado, debe contarse con sondas complementarias para cada uno de los tipos de HPV que se desee identificar. Otro de sus problemas es la elevada probabilidad de contaminaciones y falsos positivos.

2.2) Captura de híbridos

En esta técnica se utilizan sondas de RNA capaces de detectar varios tipos de HPV. Cuando la muestra presenta infección vírica se produce un híbrido RNA-DNA que es capturado por un anticuerpo específico contra híbridos y detectado mediante una reacción tipo ELISA por quimioluminiscencia y que proporciona incluso información sobre la cantidad de DNA viral presente en la muestra, que parece tener relación con la presencia de lesiones de alto grado. La técnica dispone de dos sondas, una para virus de bajo riesgo y otra para virus de alto riesgo.
El test Captura Híbrida II en microplaca ( realizado actualmente en nuestro laboratorio) permite detectar 5 virus de bajo riesgo (6,11,42,43,44) y 13 tipos de riesgo alto o intermedio (16,18,31,33,35,39,45, 51,52,56,58,59,68), involucrados estos últimos en el 90% de casos de cáncer de cuello.
La detección de HPV mediante Captura Hibrida II es de mucha utilidad en la evaluación de pacientes referidas por lesiones citológicas, puesto que esta técnica tiene un alto valor predictivo negativo, por lo tanto su negatividad permite excluir con un elevado grado de certeza la existencia de una lesión premaligna de alto grado y remitir de nuevo estas mujeres a los controles de rutina.
Otra ventaja es la orientación clínica de las pacientes con citología de ASCUS. En nuestra experiencia, la negatividad del estudio prácticamente descarta la existencia de lesión cervical causada por HPV.
Por último, la Captura Hibrida  proporciona una cuantificación de HPV. En lineas generales existe un incremento progresivo de carga viral evaluada en unidades lumínicas relativas (RLU), paralelo a la gravedad de la lesión. La presencia de niveles superiores a 100 RLU se asocian a lesión cervical en más del 90% de los casos y esta asociación fue prácticamente constante para niveles superiores a 1000 RLU. Por el contrario, un elevado porcentaje de casos con determinaciones inferiores a las 10 RLU, no presentan lesión cervical.
Valores de las relaciones RLU menores de 5, indican pequeño número de copias virales por célula, pudiendo significar infección viral latente o en fase de remisión espontánea, en estos casos, a criterio clínico se sugiere antes de cualquier tratamiento confirmar la presencia de infección activa con nueva muestra luego de un intervalo de 3 meses. Para evaluar la eficacia de los tratamientos, está indicado realizar nueva muestra después de 3 meses del término del mismo. El hallazgo de elevadas tasas de relaciones RLU luego de tratamientos y ante ausencia de manifestaciones cito/colposcópicas, indican alta probabilidad de recidiva.

El potencial clínico de la detección del DNA – HPV por Captura Híbrida contribuye:
  1. Una mejor evaluación diagnóstica morfológica cito – colpo – histológica
  2. Detección de HPV en pacientes con PAPs anormales o indeterminados (ASCUS) y/o imágenes colposcópicas no concluyentes.
  3. Falta de correlación colpo-cito-histológica.
  4. Lesiones de bajo y alto grado diagnosticadas por citología y/o histología en los que es necesario descartar la presencia de tipos vírales oncogénicos
  5. Control post tratamiento de las lesiones intraepiteliales.

La detección de DNA – HPV  por Captura Híbrida puede utilizarse como método de screening complementando al PAP.